LOS FERTILIZANTES TECNOLÓGICOS COMO HERRAMIENTA DE SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y ECONÓMICA

    Escenario social ambiental y económico 
     

    Nuestros agricultores se hallan en un escenario complejo, marcado por normativas que abogan por la sostenibilidad ambiental, empujando al agricultor a ser más eficiente en el uso de fertilizantes, fitosanitarios y a mantener la fertilidad de sus suelos. La volatilidad de los precios de los insumos y de los cereales, fuertemente influenciada por las circunstancias geopolíticas, unido a episodios meteorológicos cada vez más extremos y continuados, generan incertidumbre a la hora de tomar decisiones en el manejo de la explotación.

      

    Por otro lado, el contexto social europeo y mundial, que tiene como gran reto poder generar alimentos para una población que se estima que alcance los 9.700 millones de habitantes para 2050, pero de forma sostenible, reduciendo la huella de carbono e hídrica para frenar el cambio climático y con limitaciones en el uso de fertilizantes, fitosanitarios y antimicrobianos.

     

    En este contexto, los técnicos de las entidades que operamos alrededor del sector, somos conscientes de los retos actuales y desafíos futuros a los que se enfrentan nuestros agricultores y ganaderos. No obstante, todos coincidimos en que la única vía de afrontar estas vicisitudes es mediante la implantación de la tecnología en toda la cadena de producción.

    La tecnología como solución 

     

    Seguramente, la mayor parte del sector relacione el avance tecnológico con la moderna maquinaria agrícola, el internet de las cosas y la mejora vegetal. Si bien estas áreas han supuesto una revolución extraordinaria para el campo, la nutrición vegetal y el control de plagas y enfermedades, son otras dos materias en las que la investigación y el desarrollo juegan un papel revelador.

     

    La aplicación de fertilizantes y fitosanitarios está directamente relacionada con la capacidad de producción de los cultivos y, por tanto, condiciona la rentabilidad económica del agricultor. 

     

    La evolución en el uso de las materias primas en agricultura es clara, pasando del uso simple de estiércol o restos de cultivos en los orígenes de la civilización hasta evolucionar a maneras más completas como productos de altísima eficiencia nutricional que mejoran el metabolismo de la planta, interactúan con la rizosfera, permitiendo obtener el máximo potencial genético a pesar de los estreses abióticos y bióticos a los que está sometida.

     

    Fertilización racional 

     

    El diseño de un plan de fertilización que considere las necesidades reales del cultivo, los momentos de aplicación y el tipo de fertilizante a aplicar, es el punto de partido no solo para cumplir con los  exigencias normativas, como el RD 1051/2022 de Nutrición Sostenible y el RD 1054/2002 del SIEX o con las buenas prácticas agrícolas de las Zonas Vulnerables a Nitratos, sino también una herramienta fundamental para aplicar la cantidad correcta de producto en el momento adecuado, para alcanzar el máximo rendimiento de nuestros cultivos de forma sostenible.

    Para ajustar la dosis de fertilizante es necesario conocer las necesidades de nutrientes nitrógeno, fósforo y potasio del cultivo en función de su rendimiento potencial, así como de la disponibilidad de aquellos según la riqueza del suelo,  los niveles de materia orgánica y pH del suelo, la climatología, las aportaciones de abonos orgánicos en años anteriores, la influencia del cultivo precedente y de la fertilización realizada al mismo, y por último, del tipo de fertilizante que se va a seleccionar y su eficiencia.

     

    Momento de Aplicación. Además de ajustar la dosis se debe tener en cuenta los momentos de aplicación óptimos a lo largo del ciclo del cultivo. El aporte de fósforo y el Potasio, se ha de realizar a partir de una única aplicación en fondo siempre, ya que juegan un papel imprescindible en la capacidad de ahijado en cereales, de enraizamiento en industriales, otorgan resistencia a enfermedades, estrés hídrico, térmico y salino, e inciden directamente en la calidad y producción de cosecha. 

    Para calcular las necesidades de nitrógeno lo más recomendable es aplicar el método del N-min que consiste en realizar una toma de muestras de suelo poco antes de plantear la cobertera y analizar el nitrógeno mineral (nitratos).

    El nitrógeno es un nutriente imprescindible para todos los cultivos. Al ser un elemento muy móvil, conviene fraccionar su aplicación (excepto en leguminosas) por lo que deberá aplicarse en fondo y posteriormente en cobertera. Se deben considerar especialmente las restricciones en zonas vulnerables a nitratos.

    Selección de fertilizantes. Existe un gran abanico de insumos de origen mineral, orgánico u órgano-mineral para cubrir las necesidades del cultivo. Los fertilizantes minerales entregan altos niveles de nutrientes en formas altamente aprovechables por las plantas, siendo su manejo y aplicación más sencillo que el resto y la alternativa más eficiente para lograr los objetivos de producción y calidad buscados. Dentro de estos, existen fertilizantes tecnológicos de mayor eficiencia que permiten ajustar aún más las dosis y ser más respetuosos con el medio ambiente. 

     

    Farmland landscape

    Fertilizantes tecnológicos, la alternativa más sostenible 

    Los fertilizantes más comunes empleados en fondo son los abonos complejos NPK, blending, DAP y Super. En el caso de la cobertera son los nitratos amónicos, NAC, urea, nitrosulfatos, blending de ureas con sulfatos, soluciones nitrogenadas y equilibrios NPK altos en nitrógeno. Estos productos que se clasifican como fertilizantes minerales convencionales, contienen nutrientes en formas solubles (disponibles) para las plantas. Sin embargo, cuando son aplicados, sufren una serie de reacciones químicas y biológicas con el medio (suelo, agua, aire) generándose pérdidas por lavado, volatilización, desnitrificación y retrogradación, especialmente acuciante en suelos arenosos, con bajo contenido de materia orgánica y en suelos basófilos o acidófilos. De esta forma, la eficiencia de estos se ve penalizada. 

     

    Existe una tendencia al alza en el empleo de fertilizantes tecnológicos, tanto en el abonado de fondo, como en cobertera. Estos fertilizantes se formulan con tecnologías y procesos innovadores que permiten reducir las pérdidas de nutrientes, aumentar rendimientos, mejorar la calidad y ser más sostenibles desde el punto de vista económico y medioambiental.  Se pueden clasificar en tres grandes grupos: con inhibidores, de liberación controlada y con nutrientes complejados.  

     

    Inhibidores del nitrógeno 

    La inhibición es la tecnología más utilizada para evitar pérdidas por lixiviación o volatilización del nitrógeno, y potenciar a su vez una fertilización nitrogenada controlada. Como su propio nombre indica, el inhibidor impide o reduce alguna de las reacciones química que sufre este elemento en el suelo agrícola. Gracias a ello, se reducen las pérdidas permitiendo una liberación controlada y mejorando la eficiencia en el uso del nitrógeno por parte de la planta.

    Podemos distinguir dos tipos de inhibidores del nitrógeno: los de la ureasa y los de la nitrificación.
     

    Liberación controlada (CRF)

    Contienen los nutrientes encapsulados o recubiertos con diferentes materiales que controlan la velocidad, cantidad y duración de la liberación en función de la temperatura del suelo; a mayor temperatura mayor liberación. Dependiendo del formulado, pueden proteger el N, P, K, siendo lo más común la protección única del N. Reducen el riesgo de pérdida de nitrógeno por lixiviación. 

     

    Nutrientes complejados

    Consiste en un grupo diverso de fertilizantes que se formulan con complejos de origen orgánico, mineral o vegetal y materias primas seleccionadas mediante un proceso específico de fabricación. Su mecanismo de acción es multinivel ya que actúan sobre:

    – La planta, bioestimulando raíz y parte aérea.  

    – Los microorganismos beneficiosos del suelo. 

    – La velocidad de liberación de nutrientes.  

    – El transporte, la traslocación de nutrientes y su transformación en hoja.
     

    Dependiendo del formulado mejoran el aprovechamiento de las UF nitrogenadas, fosfóricas y potásicas reduciendo las pérdidas de nutrientes.  En definitiva, el uso de estas tecnologías otorga beneficios agronómicos, medioambientales y económicos.

     

    La bioestimulación de cultivos 

    Esta práctica consiste en la aplicación controlada de sustancias específicas o microorganismos seleccionados en momentos puntuales del cultivo, con el objeto de:

    – Incrementar la actividad metabólica de la planta, aumentando su actividad fotosintética y el desarrollo de biomasa vegetativa.  

    – Favorecen la eficiencia y aprovechamiento de los nutrientes aplicados por los fertilizantes. 

    – Optimizan la eficiencia del uso de productos fitosanitarios. 

    – Al potenciar sus efectos, generalmente permiten reducir las dosis de fertilizantes  

    – Reduce los problemas de fitotoxicidad de algunos productos fitosanitarios y permite corregir carencias de micronutrientes. 

    – Actúan como efecto antiestrés, principalmente estrés abiótico sequías, salinidad, temperaturas extremas.

    – Incrementan los rendimientos y la calidad de los cultivos. 

    – Mejoran la fertilidad química y biológica del suelo.

     

    En resumen, potencian los cultivos y mejoran la eficacia de fertilizantes y fitosanitarios de forma sostenible. 

    TIMAC AGRO, Pioneros por Naturaleza 

    La propuesta de valor de TIMAC AGRO se centra en proporcionar soluciones pioneras en materia de nutrición, bioestimulación, biofertilización y biocontrol, en combinación con un asesoramiento técnico especializado y digitalizado, que permite a los agricultores y ganaderos ejercer su actividad de forma rentable y respetuosa con el medio ambiente.  

    La innovación, forma parte del ADN de TIMAC AGRO desde su fundación. En la actualidad, la investigación se realiza en el Centro Mundial de la Innovación Roullier y el Grupo Bach en la Universidad de Navarra, además de acuerdos con otras universidades y centros de investigación. La alta inversión en desarrollo ha permitido poner a disposición de los agricultores y ganaderos más de 46 gamas de productos tecnológicos. Estos productos antes de lanzarse al mercado se someten a estrictos ensayos de campo para evaluar su eficiencia y la repercusión en la rentabilidad de los agricultores. 

    Nuestra red de asesores técnicos compuesta por más de 220 integrantes con perfiles agrónomos, acompaña al agricultor en su día a día, aconsejando las mejoras prácticas y el empleo de nuestras tecnologías. Más de 20.000 agricultores confían cada año en nuestras soluciones.  

     

     

     

    Hechos 

    Nuestra actividad en el sector agrícola y ganadero está presente en todos los territorios de España y es empleada en todo tipo de cultivos, tanto en regadío como en secano. A continuación, describimos las soluciones tecnológicas de TIMAC AGRO más empleadas en cultivos extensivos y resumimos los beneficios obtenidos en las distintas experiencias de campo recogidas a lo largo de nuestra trayectoria:

     

    D-CODER TOP. Fertilizante a demanda 

    D-Coder Top es el único fertilizante que se adapta a las necesidades nutricionales de la planta según el estado fenológico, ya que su tecnología le permite liberar los nutrientes atendiendo a las señales (ácidos orgánicos) emitidas en la rizosfera.  

    Este fertilizante está formado por una fracción starter, soluble al agua, que permite la entrega de nutrientes durante la nascencia e inicio de ahijado, a la vez que favorece la rizosfera. La segunda fracción mayoritaria, la constituye la fracción D-Coder, insoluble al agua pero soluble a los ácidos orgánicos rizosféricos, que entrega los nutrientes a demanda, en función de la actividad y necesidades de la planta. Los complejos PES y FMR al ser liberados, potencian la emisión de señales y multiplican la actividad rizosférica, ayudando a conformar un sistema radicular equilibrado y favoreciendo el desarrollo vegetativo. 

    Esta gama que se comercializa desde 2011 y acumula más de 600.000T vendidas genera una alta producción, calidad y rentabilidad en los cultivos. A lo largo de estos años se han realizado más de 18 ensayos de campo por organismos oficiales que acreditan la eficiencia y eficacia del fertilizante. Además, nuestra red de asesores lleva realizados más de 250 testimonios de campo que permiten demostrar la rentabilidad y eficacia en comparativa a otros productos del mercado.  

    Los incrementos productivos se sitúan en +17% de producción de media. Estos resultados generan una rentabilidad en el agricultor de +150 €/ha en el cultivo de cereales. 

    D-Coder Top permite reducir las pérdidas de nitrógeno por lixiviación en un 15%, reducir la retrogradación de fósforo hasta el 100% en suelos básicos y ácidos y las pérdidas por lavado del potasio hasta en un 25% frente a los abonos convencionales. Otra de sus características es su baja salinidad, lo que permite convertirse en la opción más rentable en las aplicaciones localizadas.  

     

    SULFAMMO. Nitrogenado de Máxima Eficacia 

    Sulfammo consiste en una familia de fertilizantes nitrogenados de altísima eficiencia. Está compuesto por el complejo NPRO, que permite potenciar la velocidad de absorción del nitrógeno y su transformación en la hoja en proteínas. Gracias a este complejo se consigue mejorar un 30% la eficacia de transformación del nitrógeno. 

    Además, Sulfammo cuenta con la tecnología doble membrana que permite liberar el nitrógeno contenido de forma progresiva. Esto permite un aporte continuado de nitrógeno durante todo el ciclo de cultivo, mientras que otros productos del mercado liberan la totalidad del nitrógeno una vez aplicado en campo con el consiguiente riesgo de pérdidas que supone.

    Ensayos demostrativos con Sulfammo demuestran una reducción de pérdidas de N por lixiviación  del 30%, y de la volatilización de amonio en un 48%. Se han realizado más de 12 ensayos con organismos oficiales que demuestran su efectividad y más de 35 testimonios en campo. 

    PROBITAL. Resiliencia probiotica. 

    Probital es la gama de biofertilizantes microbiológicos compuesto por varias cepas exclusivas de bacterias. El producto cuenta con un carrier que contiene compuestos orgánicos que protegen y aseguran una colonización rápida y viable. Gracias a la aplicación de Probital conseguimos el máximo aprovechamiento de las unidades nitrogenadas aplicadas, la solubilización del fósforo y potasio presente en el suelo, además de ofrecer acción antiestrés y efectos bioestimulante del cultivo. 

    Probital cuenta con más de 24 ensayos con organismo oficiales que demuestran su eficacia en campo, además de 40 testimonios realizados por nuestra red de asesores. 

     

    SUPRACTYL. Bioestimulante regenerativo. 

    Supractyl es el bioestimulante vegetativo que cuenta con la supramolécula SMR, que tras su aplicación experimenta disgregaciones en partículas de menor tamaño sobre la rizosfera, promoviendo su actividad, así como la toma y translocación de nutrientes. Gracias a Supractyl se observa mayor actividad microbiana en el suelo y mayor actividad actividad enzimática implicadas en la descomponer materia orgánica. 

    Otro de los efectos que potencia Supractyl es un mayor número de raíces secundarias, así como una mayor cantidad de pelos adsorbentes de los mismos. Además, promueve el desarrollo vegetativo y la división celular gracias a los precursores de hormonas vegetales que dan lugar a nuevas estructuras y una optimización celular de las funciones. Con Supractyl conseguimos estimular la enzima ATPasa lo que supone un mayor aprovechamiento de las sustancias de reserva, y potenciar la sobreexpresión de genes implicados en los procesos naturales de defensa del cultivo. 

    Se han realizado más de 90 testimonios con Supractyl en campo y 3 ensayos con organismos oficiales.   

    En conclusión, estas tecnologías, al incrementar la eficiencia en el uso del N,P,K, reducir las pérdidas y bloqueos de nutrientes, bioestimular al cultivo y liberar los nutrientes según las necesidades del cultivo  permiten obtener mayor productividad y calidad de la cosecha a la vez que preservar el medio ambiente y el suelo, logrando reducir hasta en un 40% la huella de carbono.

     

     

    Combinando la agricultura 4.0 y los fertilizantes tecnológicos 

    Sin duda alguna los mejores resultados se obtienen cuando se combinan las distintas tecnologías de la agricultura de precisión. Hoy en día, la fertilización localizada, la dosificación variable de fertilizantes y la aplicación de bioestimulantes con drones, son de las técnicas más extendidas, con mayor recorrido y que mayor impacto tienen a la hora de optimizar el uso de abonos y potenciar sus efectos en los cultivos. Ala vez, incrementan la rentabilidad del agricultor y contribuyen a preservar el medio ambiente. 

     

    Dosificación variable de fertilizantes. 

    Por todos es conocido la heterogeneidad de las parcelas. La creación de ambientes a partir de mapas de suelo o de históricos de imágenes satelitales o drones, permite hacer muestreos dirigidos y categorizar las distintas zonas de la parcela, con el objetivo de realizar mapas de prescripción de fertilizantes. De esta forma ya no se aplica una dosis media de insumos por igual a toda la superficie, sino distintas cantidades en función del objetivo marcado. 

    Para realizar la dosificación variable necesitamos de un software especializado y de maquinaria específica, para lo que se debe contar con sistemas GPS y aperos capaces de aplicar los insumos a diferente dosis automáticamente. El criterio con el que se realiza la distribución de las dosis en una parcela puede variar en función del objetivo o la información de partida que dispongamos. El criterio más extendido es el de aplicar menor dosis de fertilizantes en las zonas de la parcela donde exista menor potencial productivo y viceversa. Este menor potencial puede deberse a altas conductividades, presencia de sales, distinto tipo de suelo, encharcamiento o peor estructura. De este modo en las zonas con peor tipo de suelo aplicaremos menor dosis ya que el factor limitante de la producción del cultivo no es el fertilizante. Lo que se logra es una optimización de los insumos.  

    Esta técnica de aplicación normalmente se aplica en abonos nitrogenados, pero también puede extenderse al empleo de enmiendas e incluso a fertilizantes complejos NPK. 

     

    Fertilización localizada. 

    La práctica de la fertilización localizada, cada vez más extendida en nuestro territorio, gira en torno a la idea de depositar el fertilizante lo más próximo a la línea de siembra, junto a las semillas, normalmente coincidiendo con la labor de siembra del cultivo. Esta técnica busca el aumento de la rentabilidad de la explotación, ya que permite ajustar la dosis de abonado y reducir la competencia con las malas hierbas.

    Permite realizar un ajuste de la dosis aplicada, gracias al aumento de la concentración de nutrientes en la zona radicular y su mayor aprovechamiento, en comparación con las aplicaciones a todo terreno.

     

    Esta reducción puede situarse entre 20-40% de la dosis aplicada a todo terreno, aunque no todos los fertilizantes van a comportarse de igual manera. La presencia de una mayor concentración de fertilizante en el entorno radicular supone una ventaja para el cultivo, sin embargo, no debemos perder de vista que los abonos interactúan con el suelo e influyen en las características físicas, químicas y biológicas de la rizosfera.  

    Desconocer el comportamiento del fertilizante en relación a la velocidad de liberación de los nutrientes y su interacción con el suelo y la planta, puede traducirse en riesgos de pérdida de rendimiento. Un fertilizante muy salino puede ocasionar riesgos de pérdida mientras que uno altamente soluble al agua puede sufrir mayores pérdidas por lavado y bloqueo con la consecuente pérdida de eficiencia. 

    Si te interesa este post sobre la fertilización inteligente, te invitamos a atender a la mesa redonda de la sembradora de ideas, donde tendremos el privilegio de dar a conocer la propuesta de valor de TIMAC AGRO. 

     

    Farming Up!, herramienta de Inteligencia Artificial.

    Es la herramienta de monitorización y gestión técnica de explotaciones que emplea la red de asesores de TIMAC AGRO. Este sistema de ayuda a la toma de decisiones permite: establecer planes de fertilización, evaluar el desarrollo de los cultivos, comparar estrategias y resultados de fertilización y tratamientos, consultar los datos climáticos, el pronóstico del tiempo, tomar observaciones y realizar prescripciones. 

    Es la apuesta en digitalización Agrícola de TIMAC AGRO que permite elevar el nivel de asesoramiento de nuestros técnicos y la optimización de las soluciones en materia de nutrición y bioestimulación. 

    DIEGO JUÁREZ

    INGENIERO AGRÓNOMO-UPM MARKETING MANAGER ABONOS SOLIDOS Y NUEVAS TECNOLOGÍAS

    TIMAC AGRO ESPAÑA